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Lipoaspiración: su Justificación Fisiológica
Por el
Dr. Héctor Gustavo Pinta, Especialista en Cirugía
Plástica
En general, la primera razón para PERDER PESO es mejorar
la forma del cuerpo. En otras palabras, la meta básica
de un programa de reducción de peso es cosmético,
y no el de quitarse kilos porque si. La Lipoaspiración,
por supuesto, está dirigida al mismo fin, pero los
cirujanos que la realizan están frecuentemente enfrentados
al adagio popular que el modelado quirúrgico del cuerpo
de algún tipo, es raramente necesario, porque dando
la motivación apropiada y fuerza de voluntad, virtualmente
cualquier cuerpo puede reducirse por una dieta apropiada o
ejercicios selectivos designados para movilizar grasa de áreas
problemáticas del cuerpo.
Pero a pesar de la tortura física y angustia mental
que acompaña a regímenes de reducción
de peso, ciertamente no hay garantías que la pérdida
de peso resultará en MENOS CENTÍMETROS DE LAS
COMBAS MOLESTAS. En otras palabras, el éxito en la
balanza del baño (generalmente transitorio) frecuentemente
no se traslada al modelado del cuerpo que se visualiza en
el espejo.
Una revisión de la evidencia disponible de aceptación
general concerniente al tejido adiposo, el efecto de la dieta
y ejercicio sobre su metabolismo, provee la falacia del sentido
común convencional con respecto a la pérdida
de peso, y muestra que cuando se ve desde el punto de vista
biológico y fisiológico de la grasa, la Liposucción
es realmente la propuesta más racional al problema
de la distribución grasa y modelado corporal.
Es importante, para el cirujano liposuctor, tener claro las
bases del metabolismo graso, para aconsejar efectivamente
a los candidatos de Liposucción, acerca de la nutrición
apropiada y regímenes de ejercicios, aunque, se podría
usar personal auxiliar, para una mas exhaustiva gestión
educacional en esta área. Una de las principales razones
que aun gente inteligente y racional sucumbe a la tentación
de los programas de PÉRDIDA DE PESO RÁPIDO y
TRETAS DEL MODELADO CORPORAL es la ignorancia de profesionales
respecto de la nutrición y ejercicio.
El interés por el modelado corporal y pérdida
de peso es una de las mayores preocupaciones de la sociedad;
por cierto linda con ser una obsesión. Se realizó
una encuesta a mujeres y aunque solo el 25% de ellas estaba
realmente excedidas de peso (la mayoría mínimamente),
el 75% de ellas se sentían demasiado gordas. El área
de mayor interés fueron los muslos, el 72% de ellas
estaban descontentas con esta parte de su cuerpo. Además,
el 64% estaban descontentas con sus abdómenes, y el
61% con la región de las caderas.
El interés por la pérdida de peso comienza en
una temprana edad. Un estudio de mujeres jóvenes (antes
de los 20 años) mostró que aunque solo el 14%
estaba realmente con sobrepeso, el 48% sentía que estaba
muy gorda. De este grupo, el 52% se involucró con dietas
y el 14% experimentó vómitos autoinducidos después
de comer. Interesantemente, una encuesta indicó que
una de cada ocho mujeres tuvo uno o más síntomas
de anorexia nerviosa.
La base real para la obsesión con la gordura no es
el peso en si, sino la DISTRIBUCIÓN GRASA como determinante
más importante del modelado corporal. Es útil
rever algunos principios básicos para asentar un fundamento
firme que permita entender el efecto de la nutrición,
ejercicio, y liposucción en el metabolismo y distribución
grasa.
Es importante entender que el tejido adiposo no es meramente
un receptáculo pasivo para el depósito graso,
sino que es un órgano activo metabólicamente
que tiene una fundamental función en la regulación
del balance energético y su propio metabolismo. Los
adipocitos o células grasas proliferan rápidamente
durante el último trimestre de embarazo continuando
su crecimiento hasta la niñez, disminuyendo al final
de la adolescencia. Sin embargo, su tamaño se podría
agrandar durante la vida adulta, pero cada célula tiene
una medida limitada más allá de la cual no se
desarrollará más. Una vez formada, parece que
las células grasas no mueren. Durante la vida, éstas
cambian de tamaño como varíe el acumulo de grasa,
pero cuando se vacían, quedan metabólicamente
activas.
Hasta ahora se pensaba que nuevas células grasas no
se desarrollaban en la vida adulta, pero recientes evidencias
sugieren que bajo determinadas condiciones, el número
de ellas puede aumentar derivadas del tejido mesenquimático.
Una condición previa para éste aumento en la
población es el agotamiento en la capacidad de llenado
de las células existentes. La exacta magnitud del estímulo
requerido, sin embargo, es desconocida. Una vez formadas,
persisten de por vida formando parte de la población
de células grasas del individuo. Dado que las células
grasas son metabólicamente activas y participan en
la regulación del metabolismo y almacenaje de grasa,
la expansión en la población de ellas perjudicaría
al que busca reducir el contenido graso de su cuerpo, ya que
no desaparecen espontáneamente.
Composición Corporal
Dado que el factor problema de la forma corporal se correlaciona
mejor con la composición de grasa corporal y el patrón
de distribución graso más que con el peso corporal
en si, es útil entender los métodos para determinar
la composición corporal.
Las tablas de Standard altura/peso para determinar el peso
ideal o deseable, inculcados en la mente de población,
son de poca utilidad por su pobre correlación con el
porcentaje de grasa corporal. Muchos individuos atléticos
musculosos registran un sobrepeso en éstas tablas a
pesar de su bajo porcentaje de grasa corporal, puesto que
el músculo pesa considerablemente más que la
grasa.
Una de las técnicas más exactas detectoras de
obesidad, es la del pliegue de la piel. Sin embargo, el mejor
método de determinación, es calcular el porcentaje
de grasa corporal. Luego, utilizando los valores recomendados
(13-15% para hombres; 25-27% para mujeres), uno puede determinar
la cantidad de kilos de grasa que debe perderse para lograr
el peso deseable.
El más exacto método para determinar el porcentaje
de grasa corporal es el peso hidrostático. Desafortunadamente
esta técnica requiere medios de laboratorio no disponibles
para la mayoría de las personas. La más común
técnica usada mide el grosor del pliegue de la piel;
por supuesto requiere para realizarla de calibres especiales
y la habilidad necesaria.
Un simple y razonablemente preciso método de determinación
del porcentaje de grasa corporal es la medición de
la circunferencia corporal en tres áreas. Con estas
mediciones se obtienen constantes de una tabla, que son luego
utilizadas en una ecuación aritmética para obtener
el porcentaje de grasa corporal.
Desafortunadamente, un gran número de individuos bien
motivados que alcanzaron su peso deseado, le es aun imposible
solucionar los defectos en su figura, incluso, siendo fieles
a regímenes de dieta y ejercicios. Éste problema
ocurre por las diferencias genéticas en la distribución
grasa (también llamado patrón de distribución
grasa familiar), y esta observación forma la base para
la justificación biológica de la liposucción
quirúrgica.
Se conoce poco acerca del patrón de distribución
grasa familiar, excepto que está bajo un fuerte control
genético. Se conoce que la distribución grasa
cambia con los niveles de hormonas sexuales y también
con el envejecimiento. Se han descrito cuatro patrones básicos:
1. Tipo Mediterráneo en el cual la grasa tiende a depositarse
en cadera y muslos ;
2. Tipo Nórdico en la región abdominal inferior
;
3. Tipo Asiático en la región torácica
y abdominal superior ;
4. Tipo Africano en nalgas.
Sin embargo las grandes variaciones y combinaciones del patrón
de grasa familiar le dan a esta clasificación un limitado
uso académico.
En general, puede clasificarse en dos tipos principales:
1. Tipo Androide o Central en el cual la grasa se acumula
preferentemente en el tronco ;
2. y el Tipo Ginecoide o Periférico en las extremidades.
De gran importancia clínica es el hallazgo de que el
tipo androide o central está asociado a un significativamente
alto riesgo de diabetes, hiperlipidemia, y enfermedades cardiovasculares.
Recientemente, la tomografía computada ha probado ser
un valioso método de determinación de la distribución
grasa. Estudios usando esta técnica han mostrado que
muchos hombres exhibiendo un tipo androide de obesidad, acumula
un considerable porcentaje de su grasa localizada centralmente,
tanto en la cavidad abdominal como en el tejido subcutáneo.
Esta grasa intrabdominal, por supuesto, no es accesible a
la cánula de liposucción, por lo tanto el beneficio
que puede ofrecer la Lipoaspiración en este tipo de
individuos es mínimo.
La grasa intrabdominal parece depositarse preferentemente
en la cavidad abdominal superior, muchos hombres con este
problema también desarrollan depósitos grasos
subcutáneos en la región infraumbilical. Los
depósitos de grandes cantidades de grasa intrabdominal
da como resultado la laxitud de la musculatura abdominal,
agregando otro factor que limita una Lipoaspiración.
Mecanismo Set Point
Muchos candidatos para una Lipoaspiración se sorprenden
al enterarse que la grasa corporal tiene una importante función
biológica. La función de depósito graso,
es para proveer una reserva de energía para usar durante
los tiempos de escasez. Mientras ésta circunstancia
es rara en la sociedad occidental, hombres primitivos, así
como otros miembros del reino animal, dedican una mayoría
de su tiempo para cazar y buscar víveres para comer.
Esos individuos que pudieron almacenar grandes cantidades
de grasa corporal durante tiempos de excedentes de comida,
adquirieron una clara ventaja para la supervivencia durante
tiempos de hambre, pestilencia, y contaminación.
El almacenaje graso es una tan importante función biológica
que el cuerpo posee un Mecanismo de Monitoreo Graso Interno
el cual intenta mantener un nivel constante de grasa corporal.
Este sistema, comúnmente llamado mecanismo Set Point,
comprende interacciones complejas entre un Controlador Central,
llamado Termostato Graso, y la periferia. Un componente importante
de la parte periférica del sistema es el propio adipocito.
Aunque el método de comunicación entre los componentes
centrales y periféricos del sistema set point no ha
sido aclarado, se sospecha que los adipocitos retransmiten
información respecto de su grado de saciedad por medios
bioquímicos. Posibles mensajeros químicos incluyen
a la enzima Lipoproteinlipasa, la cual divide a los triglicérido
almacenados en ácidos grasos y glicerol, que se liberan
a la circulación. Algunos experimentos sugieren que
el propio glicerol serviría como otro mensajero químico.
El mecanismo Set Point controla la movilización y utilización
de grasa para el metabolismo energético primariamente
por la alteración del Gasto Energético Corporal.
Durante la carencia calórica, la tasa metabólica
basal (la cual explica el 70% de la utilización energética
diaria) es disminuida hasta el 25-30% para compensar por la
reducción de la ingestión calórica. El
Mecanismo Set Point también dirige una reducción
en los niveles de actividad espontánea a fin de que
se conserve energía adicional. Esto se traduce por
la fatiga y letargo que muchos individuos experimentan en
una dieta reductora rigurosa.
Aunque el Mecanismo Set Point esta bajo un fuerte control
genético, evidencias sugieren que pueden ser alterado
por la dieta y el ejercicio.
Porque fallan las Dietas Reductoras
Una comprensión del concepto Set Point da la base biológica
de la falla de la mayoría de las dietas reductoras.
Estadísticas muestran que más del 90% de individuos
que perdieron peso con dietas reductoras, lo recuperaron todo
o más dentro de los 2 años. Dado que en realidad
el cuerpo no puede distinguir entre una estricta dieta reductora
y el hambre introducida por el medio ambiente, no sorprende
que las dietas reductoras impliquen una batalla inútil
contra el Mecanismo Set Point. Cuando el cuerpo se enfrenta
a una dieta reductora, espontáneamente baja la tasa
de metabolismo basal, tanto como los niveles de actividad
espontánea. En las etapas iniciales de una dieta los
depósitos grasos no son movilizados, sino que realmente
son conservados. Inicialmente se utilizan los depósitos
de glucógeno corporal, y como cada molécula
de glucógeno precisa 3-4 moléculas de agua,
la depleción de ambos se asocia con una rápida
perdida de peso durante los primeros días de la dieta.
Luego del agotamiento del glucógeno, se utiliza la
proteína muscular en preferencia a la movilización
de los depósitos de grasa corporal, el Mecanismo Set
Point alista el hambre severo, ansiedad, y preocupaciones
con comidas, tanto como, otras defensas fisiológicas
las cuales llevan al dietista a desear comidas y a menudo
romper la dieta con una fiesta alimenticia.
Cuando finalmente los depósitos grasos son movilizados,
las células grasas vaciadas son las primeras en almacenar
grasa al ocurrir un excedente calórico. Experimentos
demostraron que animales de laboratorio privados calóricamente,
pueden crear depósitos grasos 20 veces mayores, comparados
con otros saciados de la misma constitución genética.
Estos hallazgos proveen las bases fisiológicas para
el síndrome yoyo de pérdida de peso seguida
de una rápida recuperación.
Debido a los cambios metabólicos inducidos por el Mecanismo
Set Point, participantes de un programa de reducción
de peso no experimentan la pérdida de peso aritméticamente
pronosticada por la ecuación del balance energético
(calorías ingeridas - calorías perdidas = gramos
de grasa almacenada dividido). Desafortunadamente, la pérdida
de peso en más lenta.
Aunque muchas dietas dan como resultado una importante pérdida
de peso, en muchos casos esto no tiene relación con
una mejora en la forma corporal, la cual generalmente es el
factor de motivación principal.
Recientemente diferencias dilucidadas en el metabolismo graso
en diferentes depósitos subcutáneos aclaran
estas observaciones clínicas. Hay marcadas diferencias
en la actividad metabólica de las células grasas
abdominales y femorales en la mujer, y las diferencias en
ésta actividad metabólica son más pronunciadas
durante el ayuno. El resultado de estas diferencias es la
preferente movilización de grasa desde la región
abdominal preservando los depósitos grasos femorales.
Esta evidencia sugiere que los depósitos grasos pueden
ser de dos diferentes tipos, sitios metabólicamente
activos y sitios de reserva.
La resistencia de la grasa de reserva a los regímenes
de reducción de peso provee la mayor justificación
biológica para la alteración de la distribución
de la grasa corporal mediante la Liposucción Quirúrgica.
El papel del Ejercicio en los Programas de Pérdida
de Peso
El segundo componente de la mayoría de los programas
de reducción de peso es el ejercicio. Hasta recientemente,
el ejercicio jugó un rol secundario a la dieta en la
pérdida de peso a causa de dos conceptos básicos
erróneos: 1Å El ejercicio debe ser estrenuo y prolongado
para ser efectivo en provocar la pérdida de peso; y
2Å el ejercicio aumenta el apetito y de ésta manera
anula algún beneficio ganado de la utilización
calórica. El renacimiento de la aptitud física,
sin embargo, ha precipitado una racha de investigaciones respecto
del ejercicio, y los resultados han probado la falacia de
esta popular sabiduría. En realidad, el ejercicio probablemente
es el componente de mayor importancia de un régimen
reductor de peso exitoso. Sin hacer caso de la extensión
o duración del ejercicio, consume calorías y
además éste es acumulativo. Aunque el ejercicio
estrenuo y prolongado incrementa la ingestión de comida,
estudios de individuos participantes en tales actividades
mostraron que aunque ellos ingirieron un promedio de 20% más
calorías diarias, su peso es 25% menor que sus contrapartes
sedentarias.
Tal vez, el beneficio más importante del ejercicio
desde el punto de vista de la reducción de peso es
que produce un aumento de la tasa de metabolismo basal. La
importancia de este aumento de la tasa de metabolismo basal
es la de contrarrestar su descenso inducido por la privación
calórica. El ejercicio preserva (y en muchos casos
aumenta) la masa muscular magra (tejido muscular). El ejercicio
aeróbico regular, resulta en un incremento en el número
de mitocondrias quemadoras de grasas por gramo de tejido muscular
(observaciones probadas por biopsias musculares). Hay considerable
evidencia que el ejercicio aeróbico regular, diminuye
el mecanismo Set Point.
Una importante parte del beneficio del ejercicio aeróbico
regular en un programa de reducción de peso, es que
incrementa la capacidad cardio respiratoria.
Para ser efectivo en el aumento del consumo graso y en la
mejora del estado cardio respiratorio, el ejercicio debe ser
de tipo aeróbico. Esto implica una actividad rítmica
prolongada de los músculos largos de las piernas y
brazos, como ser una caminata rápida, trote corto,
nadar, remo, ciclismo. Investigaciones demostraron que para
inducir al estado cardio respiratorio, el ejercicio debe elevar
la tasa cardiaca por 12 a 15 minutos continuos. Sin embargo,
debe ser prolongado para inducir a los cambios metabólicos
requeridos para el incremento de la oxidación grasa.
Investigaciones demostraron que para beneficiarse en la reducción
de peso, el ejercicio debe ser lo suficientemente largo y/o
intenso para demandar 300 calorías si son realizadas
3 veces por semana, o 200 calorías si son realizadas
4 veces por semana. Ejercicios que demanden más calorías,
por supuesto, aumentarán la tasa de pérdida
de grasa.
Un importante aspecto de la reducción grasa mediante
el ejercicio son los hallazgos que en animales de laboratorio,
los depósitos grasos internos pueden ser movilizados
más rápidamente que de los subcutáneos.
Esto es particularmente significativo en hombres los cuales
poseen grandes depósitos intrabdominales.
Al menos 2 meses de este plan combinado de dieta y ejercicio
son necesarios para mejorar la capacidad metabólica
muscular. Cuando se realiza ésta combinación,
la pérdida de peso es el 85% de grasa; cuando es, a
expensa de dieta únicamente, el 70% de grasa y el 30%
músculo. La importancia de esto está en que
una vez perdida, es difícil para los adultos recuperar
la masa muscular. La mayoría del peso recuperado luego
de dietas en adultos es grasa en vez de músculo, por
esto, después de una serie de dietas no exitosas, el
porcentaje de grasa corporal en adultos frecuentemente aumenta.
Dada la realidad que el tejido muscular es el predominante
utilizado para energía, esto tiene siniestras implicancias
para adultos quienes intentan perder peso únicamente
por dietas.
A pesar de considerables evidencias científicas para
lo contrario, el mito que es posible movilizar selectivamente
grasa desde áreas corporales por ejercicios de esas
regiones localizadas, persiste en la mente de muchas personas.
Biopsias de grasa abdominal, luego de ejercicios vigorosos
y prolongados de los músculos abdominales, demostraron
que no se movilizaba la grasa sobre esos músculos.
Otras realizadas en brazos de tenistas, no mostraron diferencias
de tejido adiposo entre el dominante y el no dominante. Estos
estudios prueban que para la movilización subcutánea
de grasa el ejercicio debe ser aeróbico en vez de regional.
Esto no le quita valor a los ejercicios localizados los cuales
tonifican los músculos ejercitados, especialmente los
abdominales, mejorando la forma corporal.
Desafortunadamente, si bien el ejercicio es de considerable
valor para la reducción de la grasa corporal, tal porcentaje
de reducción grasa a menudo no se traslada a centímetros
quitados de las áreas problemas. Al mismo tiempo, en
los casos de pérdida grasa inducida por dieta, el patrón
o secuencia de movilización de grasa subcutánea
desde varias regiones esta bajo un fuerte control genético.
Estas observaciones dan la justificación fisiológica
para la Liposucción Quirúrgica.
Efecto de la Dieta y el Ejercicio en el Mecanismo
Set Point
Aunque el Set Point está bajo un fuerte control genético
y este consecuentemente varía de una persona a otra,
evidencias sugieren que la apropiada nutrición y ejercicio,
baja el Set Point. Mientras el efecto de la nutrición
sobre el Set Point varía de persona a persona, es importante
que individuos con intenciones de realizar programas de reducción
de peso entiendan la operación básica del Sistema
Set Point y se esforzasen para existir en una forma armónica
con éste, en lugar de luchar contra sus poderosas defensas.
Evidencias actuales sugieren que no todas las calorías
son creadas de igual manera. Uno de los principios básicos
de viejas teorías nutricionales, sostiene que sin hacer
caso del tipo de la comida ingerida, el organismo trata una
caloría de energía en idéntica forma
indiferente de su fuente. En otras palabras, comiendo 100
calorías en forma de vegetales frescos, producirían
el mismo efecto como comiendo 100 calorías en forma
de una pizza cargada de grasa. Experimentos demostraron sin
embargo, que animales pueden extraer y almacenar calorías
desde comidas ricas en grasas más eficientemente que
desde otras fuentes. Animales mostraron que un aumento en
el contenido graso de la dieta resulta en un incremento del
peso, comparados a otros similares alimentados con dietas
bajas en grasas compuestas, por un idéntico número
de calorías. Los animales estabilizados en estos pesos
elevados, incrementando sus depósitos de grasa corporal,
bajo stress experimental espontáneamente comen la precisa
cantidad de comida necesaria para mantener este nuevo peso.
Es decir, estos animales elevan el Set Point y lo mantienen
por alteración de su respuesta alimentaria y metabólica
a varias condiciones del medio ambiente.
¿Cual es el propósito biológico de elevar
el Set Point inducido por dieta? Los animales dedican un gran
porcentaje de su actividad diaria a cazar para tener comida,
y si se les ofrece una posibilidad para consumir un exceso
de calorías, particularmente de alta densidad, como
grasa, ellos de buena gana lo hacen. Si en su hábito
natural hubiera encontrado alimento con mayor densidad calórica
que su normal comida, sería de valor para su supervivencia
si el Mecanismo Set Point del animal pudiera elevarse para
permitir consumir más comida que normalmente comería.
Estudios en animales de laboratorio mostraron que la actividad
aeróbica regular baja el Set Point. El mecanismo exacto
es desconocido, pero en animales y hombres que realizaron
ejercicios moderados en forma regular se redujo la grasa corporal
almacenada, con lo cual bajaron de peso. Individuos atraídos
con ejercicios aeróbicos regulares (caminar), al menos
30 minutos por día, 5 veces por semana, gradualmente
pierden peso aunque no realicen dieta.
El efecto del ejercicio sobre el Set Point, sin embargo, parece
variar significativamente de una persona a otra lo mismo que
otras variables biológicas. En otras palabras, la movilización
grasa efecto del ejercicio varía tremendamente entre
individuos incluso cuando ellos sigan similares programas
de dietas.
Algunas investigaciones sugieren que el número de células
grasas una persona tiene acumuladas podría ser un importante
factor para determinar el efecto del ejercicio sobre el Set
Point, aquellos con más células grasas requieren
mas vigorosas o sostenida actividad para producir un notable
efecto. Esta teoría aunque atractiva no ha sido probada.
Observaciones de la relación entre el peso y la inactividad,
sugieren que la actividad física es necesaria para
un normal balance energético. En general, animales
silvestres engordan cuando se preparan para invernar o emigrar.
Mientras se preparan diminuyen marcadamente su actividad mientras
comen todo lo posible. Parece como si esta inactividad sirviera
como una señal para acumular grasa corporal. Similarmente,
estos animales en cautiverio engordan cuando sus niveles de
actividad disminuyen. Muchos científicos sospechan
que el organismo percibe que la inactividad significa que
una nueva fuente de alimentos se ha encontrado y responde
levantando el Set Point aumentando los depósitos de
esta energía disponible como grasa para incrementar
la energía almacenada para el uso durante épocas
cuando la comida escasea.
Ciertas drogas, nicotina y anfetaminas, fueron consideradas
como la causa de reducción de peso por efecto directo
y por descender el Set Point. El individuo que deja de fumar
experimenta una suba de peso en un promedio de 8 a 10 kilos.
En el caso de las anfetaminas, tan pronto se discontinúan
su uso, vuelve rápidamente al punto previamente normal,
sugiriendo que el Set Point regresa al normal después
de dejar de tomarlas. Los posibles efectos adversos de estos
agentes, por supuesto, impiden su uso como ayuda en reducir
el peso corporal.
Dietas
Aun cuando la discusión de una apropiada nutrición
y dieta está más allá del alcance de
este informe, cirujanos que aconsejan a sus pacientes respecto
de la liposucción, deberían estar enterados
de sus principios básicos. La palabra clave es equilibrio.
Para ser exitoso, debe ser un compromiso de toda la vida,
y como la mayoría de las dietas populares, generalmente
no son equilibradas, están sentenciadas a fallar. La
mayoría de estas novedosas dietas son tan sólo
variaciones sobre temas previos, que han sido nuevamente puestos
en boga, por profesionales basados en “nuevos avances
científicos”. En oposición a esto, no
hay evidencias que ningún alimento o combinación
de estos, tenga algún efecto específico en la
quema de grasas. Desafortunadamente, la mayoría de
estas dietas finalmente fracasan por ser insulsas o aburridas.
La meta de las dietas debería establecer hábitos
nutricionales saludables persistentes de por vida. Esto requiere
que sea flexible y gustosa, es decir, balanceada. En la dieta
popular promedio, la cantidad de calorías ingeridas
son el 40-50% en grasas, el 40-50% en hidratos de carbono,
y el 10-20% en proteínas. La mayoría de los
especialistas del tema están de acuerdo que la mejor
composición es el 60-70% en hidratos de carbonos, 20-30%
en grasas, 10-15% en proteínas.
Recientemente se le da más importancia al aumento en
el porcentaje de proteínas y la ingesta de hidratos
de carbono solo provenientes de frutas y verduras. Observaciones
experimentales demostraron que la composición de la
dieta es tan importante como el número de calorías
ingeridas. Las calorías originadas de grasas o hidratos
de carbono refinados son mas fácilmente almacenadas
en el organismo como grasa, y evidencias sugieren que dietas
ricas en grasas elevan el Set Point.
Nutricionistas recomendaban las grasas saturadas sólo
en un tercio de la dieta grasa. Recientes evidencias indican
que grasas monosaturadas (aceite de oliva, etc.) son tan efectivas
o tal vez más, en descender la relación de lipoproteínas
de alta a baja densidad, que las grasas poli saturadas.
La mayoría de los hidratos de carbono debieran ser
no refinados, dado que, son rápidamente absorbidos
a la circulación, elevando de la misma manera los niveles
de glucemia estimulando la liberación de Insulina,
la cual desciende los niveles de glucosa (y estimula la síntesis
del almacenamiento de triglicéridos), de tal modo estimulando
hambre. Los hidratos de carbono compuestos son digeridos y
absorbidos de forma más lenta, resultando fluctuantes
niveles de glucosa y liberación de insulina. Fibras
presentes en hidratos de carbono no refinados ayudan a la
producción de saciedad, aceleraran el tránsito
gastrointestinal, dando como resultado la disminución
de la absorción de calorías. El nivel de calorías
de una dieta apropiada, debería ser calculada de tal
manera que la pérdida de peso no exceda 1 o 2 Kg. Por
semana. Una pérdida más rápida, estimularía
a las defensas productoras de hambre.
Conclusiones
Muchos individuos pueden cambiar la forma de su cuerpo mediante
la realización de un programa racional de dieta y ejercicio.
Muchos más, sin embargo, nunca están satisfechos
completamente con los resultados de estos intentos y experimentan
una batalla constante con las recurrentes combas localizadas
de grasa. La frustración resultante hace que ellos
fácilmente sean víctimas de los esquemas de
pérdida de peso y tretas de modelado corporal, con
los cuales la sociedad está constantemente bombardeada.
Incluso personas inteligentes, racionales, y educadas sucumben
a la tentación de esas hábiles promociones,
a causa de la obsesión general con la forma corporal
y un poderoso deseo de modelar rápidamente el cuerpo
para hacerlo más atractivo.
La Liposucción quirúrgica está realmente
justificada desde un punto de vista biológico y fisiológico
dada la historia natural de la disposición de la grasa
localizada y su respuesta a los planes de dietas y ejercicios.
En contraste a estos, en los cuales tan sólo se disminuye
el tamaño de las células grasas a medida de
que la grasa es movilizada, el éxito de la Liposucción
está en la extracción de los adipocitos. Así,
la Liposucción ofrece una extracción localizada
y controlada de las células en oposición al
patrón determinado biológicamente de movilización
grasa, inducida por dieta y programas de ejercicio.
Pero la Liposucción debe ubicarse en una perspectiva
apropiada. Sin duda, no es una licencia para dejarse y comer
todo lo que se quiera para el resto de la vida. Por el contrario,
debiera ser parte de un triple ataque a la disposición
grasa localizada, unida a una apropiada dieta y un programa
de ejercicios. Para muchos, es un poderoso factor de motivación
para realizar y mantener tal programa.
Son “sinónimos” del procedimiento: Lipoaspiración
= Liposucción = Lipoescultura = Lipoaspiración
Ultrasónica = Lipoaspiración Tumescente = Laserlipólisis
= etc... Algunos de éstos, difieren en la manera de
tratar el tejido graso previo a la aspiración, otros
son únicamente elementos de “marketing”.
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